martes, 2 de mayo de 2017

De lo más personal...

En ésta ocasión he decidido daros a conocer un poquito más de mí, ya que sois muchos los que me habéis preguntado por mi amor a Marruecos y cómo acabé allí.

 

La historia se remonta a Semana Santa del año 2001, por aquel entonces yo contaba con tan sólo 16 años de edad por lo que lógicamente, era un viaje que realicé con mis padres gracias a que la hija de unos amigos suyos, estaba casada con una persona natural de Chaouen, pero lo que yo no sabía en aquel año, en aquel justo momento y tras pasar aquella frontera del Tarajal en Ceuta (por entonces con un aspecto que daba auténtico miedo atravesarla de noche) cambiaría el rumbo de mi vida en muchos sentidos...

 

Aterricé directamente en un lugar bastante lejano (Chaouen) en casa de los que entonces, eran unos auténticos desconocidos para mí, la familia Zitan (acompañada de todas sus ramas). Recuerdo aquella sensación de sentirme perdida ante tanta cosa nueva: personas que nunca había visto, costumbres que desconocía de una cultura inimaginable para mí, idioma diferente y un largo etc... que me llevó a pensar que jamás volvería a ese país...  Aunque ese pensamiento sin duda, estaba fundado por los comentarios inoportunos que diferentes personas me hicieron antes de comenzar el viaje.

 

A partir de ahí y, tras descubrir un mundo que rebosa de hospitalidad y contrastes, haría que desde aquel mes de abril del año 2001, sólo fuera el principio de una de las etapas que han marcado muchos de los pasos que he dado en mi vida.

 

Pasaportes llenos de sellos del país al que creí que nunca volvería, visitas a ciudades increíbles (Tánger, Tetuán, Stehat, Rabat, Casablanca,  Fez, Marrakech...) en las que siempre me he sentido como una más, aunque no deja de ser cierto que algo observada por mi apariencia física (rubia, blanquita de piel...) pero eso jamás me hizo sentir mal, es más, a veces resultaba hasta divertido y quienes han compartido momentos conmigo allí saben por qué :)

 


 

 

He tenido incluso la suerte de haber vivido la gran experiencia de mi vida allí cuando en noviembre de 2013, me traslado para trabajar a Tánger dada la situación laboral de España. Nunca me faltó trabajo ni personas que quisieran ayudarme a todo, es increíble la bondad y la hospitalidad que encontré en esa ciudad, ¡Jamás lo podré olvidar! Sin duda alguna siempre digo que éste fue el verdadero Máster de mi vida, tanto profesional como personal, ya que tuve la gran oportunidad de conocerme mejor a mí misma llegando a límites que ni tan siquiera pensaba que pudiera llegar... Shookran Tánger!



 

Echando la vista atrás y con tantas y tantas experiencias vividas en Marruecos (muy buenas, buenas y menos buenas) en éstos 16 años, puedo decir que al menos para mí, el 80% de un lugar nuevo que visitas son las personas que conforman tu entorno y hacen que vuelvas o incluso te atrape, como me pasó a mí y desde luego, no he podido tener más suerte hasta el punto de contar con una gran familia allí. Gracias a los Zitan, Amrani, Sommar, Mufarrej y un largo etc de amigos, por haberme dado la oportunidad de crecer junto a vosotros y formar parte de la historia de mi vida, ¡¡SHOKRAN BEZZAF!!







De una "gauria" que cada vez se siente más "tanjwia".






Gema R. Sánchez Madera.

سانشيث خيما
 



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